lunes, enero 25, 2010

Estoy cansada de esperar.
De pensar que algo lindo podría pasar en mi vida. Sin embargo parece que me quedaré esperando por (siempre) un muy largo largo tiempo. Y estoy comenzando a desesperarme y a creer que eso nunca pasará.
No sé por qué se ha convertido en una necesidad. Desearía como siempre tener 14 años e interesarme solamente en la física, las matemáticas, el español y los comics. Pero algo pasó desde entonces que mi mente se dispersa, (y no hablo de mi déficit de atención dispersa), hacia lugares no conocidos anteriormente, y no puedo jalarla de regreso.
Todo esto es contra mi voluntad y en ocasiones sucede sin que me dé cuenta hasta que ya es muy tarde.
Mi hemisferio derecho escapa de mi y se vuelve independiente, hace caso omiso a lo que trato de decirle y tampoco le importa su compañero del lado izquierdo.
Él y yo estamos muy preocupados últimamente. El derecho se opone totalmente a mis razones y
y no sé cómo hacerlo rectificar.