Este año tomé una de las decisiones más difíciles de mi vida. Decidí dejar de hacer algo que había hecho durante siete años. Y medio.
Creo que la primera vez que tuve que atravesar por algo parecido (pero a menor escala) fue por ahí del año 2008, cuando dejé The Amazing Spider-Man tras leer (la serie que me arruinó la vida) One More Day. Tal vez no era para tanto, tal vez mi reacción fue exagerada. A fin de cuentas ese título había servido como un medio de desfogue para sus escritores desde hacía décadas, dando a luz cada historia... (como la Saga del Clon... del clon, del clon, del clon, del clon, del clon...; o la aventurijilla de Gwen Stacy y el Norman Osborn, dando como resultado unos bellos duendecillos rubios, jaja). Pero por aquél entonces yo era una lectora y coleccionista principiante (aún más) y ver "destrozado" el cómic que me había inducido a estos andares, fue terrible para mí.
Me sentí engañada, ultrajada. Me sentí como debió sentirse Carrie White al percibir la sangre de puerco sobre su cabeza y recorrerla hasta los hombros y después a las rodillas; como se sintió cuando escuchó a todos reírse a carcajadas de su estupidez por haber creído que de alguna forma, todo era diferente. Qué triste, qué decepción. Jaja sí, soy un poquito dramática.
Pero en fin, más o menos unos diez números después dejé de comprarlo. Me costó bastante trabajo. Durante las visitas a Leito, mi proveedor oficial desde (2006) tiempos inmemoriales, resultaba una tortura ver todos los números en su sitio como de costumbre e irme sin ninguno de ellos. Y además, escuchar los relatos súper-emocionantísimos de Leo sobre lo que sucedía en ese momento en la serie, me provocaba unas ganas tremendas de levantarme y salir corriendo de ahí, con las manos en los oídos y los ojos ahogados en lágrimas (jajaja bueno no, no tanto así).
Y tanto trabajo me costó que aproximadamente un año después tuve mi primera y única recaída. Pero le perdí el hilo a la historia y lamentablemente la distancia y el tiempo hicieron de las suyas y no se consumó reconciliación alguna entre nosotros. Volví a abandonarlo y decidí dejarlo por la paz, y así ha sucedido hasta ahora. Bueno, con excepción del número final recientemente publicado que consideré era necesario agregar a mi colección.
P.D. He de aceptar que el Mephisto de Joe Quesada me encanta:
